Lo más evidente de Martina es su mal humor. Ella trata por todos los medios de pasar inadvertida y no demostrar su inteligencia. Pero no lo logra. Escondida en el anonimato, Martina se enfrentará a un fantasma asesino, sacará a la luz obras olvidadas de un pintor famoso y resolverá los robos ocurridos en un edificio inteligente.